Columna de
opinión
Según estudios el periodismo es una de las profesiones más estresantes y arriesgadas. (Ilustración: Samuel G. Quiñones) |
-Buenas días, soy
Flor de Maga periodista de Vista Mundo, me concede una entrevista sobre…
- No estamos
autorizados a dar información
-Sí,
disculpe, podría hablar con el encargado.
-No está
disponible, creo que llegará más tarde y tendría que hacer cita.
Luego de una
larga espera se consigue a la persona oficial para brindar la información. La persona quizas te brinda una sonrisa o
simplemente un “¿Quién eres tú?”. Dejas
saber que eres periodista y rapidamente te cierran las puertas.
Esa es la situación que vivimos muchos periodistas a la hora de hacer nuestro trabajo que muchos ven como fastidioso. Sin saber o ignorando a sabiendas que si nos brindaran la información al momento quizás no tuvieramos que volver a llamarlos porque al fin y al cabo es nuestro trabajo. Pero pareciera que les gustan más el tira y jala que dar la información.
Esa es la situación que vivimos muchos periodistas a la hora de hacer nuestro trabajo que muchos ven como fastidioso. Sin saber o ignorando a sabiendas que si nos brindaran la información al momento quizás no tuvieramos que volver a llamarlos porque al fin y al cabo es nuestro trabajo. Pero pareciera que les gustan más el tira y jala que dar la información.
El periodismo en
el siglo XXI es visto como un trabajo fácil, pero muchos no saben lo trabajoso que
es y los sacrificios que hay que hacer para lograr una entrevista. Ir más de 5 veces a un lugar, hacer llamadas
a todas horas, esperar respuestas, grabar, editar videos y levantarte a horas
muy tempranas en las madrugadas para acostarte en la madrugada del otro día
para cumplir con el deadline y que el
reportaje salga a tiempo. Todo esto para cubrir bien una noticia y
cumplir con la ética de nuestra profesión que es buscar todos los ángulos para
publicar una noticia con objetividad.
Los periodistas
leemos de todo, nos educamos para saber de que habla cada persona y futuro (a)
entrevistado (a), estamos al tanto con la tecnología y podemos mantener una
conversación tanto con personas sencillas como letradas. Nuestra educación
proviene de la universidad y de ser autodidactas, de movernos al ritmo de la
sociedad y sus cambios socioculturales. Tenemos una amplia visión de mundo y
estamos abiertos a lo desconocido. Preguntamos con el fin de informar, obtener
verdad y dar voz a quien muchas veces no la tiene. Entramos en el peligro cuando otros salen.
Se respeta a
doctores, abagados, ingenieros y hasta reporteros anclas y un sin número de
profesionales, pero se respeta poco a los periodistas para medios digitales o
estudiantes periodistas sin importar que tan educados estos puedan ser. ¿Acaso es justo que se nos ponga tanta traba
por ejercer nuestra profesión?